martes, 17 de abril de 2012

Diario de una madre de acogida: "La Decisión"

-¿Tu sabes que hay familias que traen a niños de otros países a pasar el verano con ellos? ¿Tu lo sabes?.- No paraba de preguntarlo, una y otra vez.
-Si, si lo se.
-¿No podríamos hacerlo nosotros?-insistía.
-Cuando estemos en la otra casa.-conteste
-Todo cuando estemos en la otra casa.
Alejandra era así, cuando algo revoloteaba en su preciosa cabeza, no paraba hasta conseguirlo, y la verdad es que tenia y tiene mucho arte para ello.
La casualidad y una compañera de trabajo hicieron que llegase a mis manos la posibilidad de acoger a una niña ghanesa ese verano. En quien primero pensé fue en Alejandra, su deseo empezaba a hacerse realidad.
Fueron muchos los que me dijeron que no me hiciese ilusiones, que seguramente habría mucha demanda y que era posible que hubiese muchas familias de acogida apuntadas, de manera que ese verano no seria posible poderr aumentar la familia.
Claro que, de alguien había sacado Alejandra su insistencia. Le conté a Alejandra el proyecto y dio saltos de alegría.
-Tranquila, hay que hablar con aita y saber que le parece.
-No te preocupes-me dijo.
Y salió corriendo para el baño. Su padre se estaba afeitando.
-Aita, ¿Tu quieres que traigamos este año a una niña ghanesa a pasar el verano con nosotros?
-No se, lo tengo que pensar- y se siguió afeitando.
-No.Esto no se piensa, es que si o que no. No tienes nada que pensar.
- No es tan fácil Alejandra. Hay que pensarlo.
-Ya , pero es que ama y yo queremos hacerlo.
-Entonces no tengo nada que decir-sonrió- si ama y tu ya lo habéis decidido, de acuerdo.
Dicho y hecho. Contestamos al Mail y contamos como era nuestra familia.
La espera se hizo eterna, pero al cabo de unos días nos dijeron que de acuerdo, que ese verano una niña ghanesa llegaría a nuestra casa.
Lloramos, mucho. Las dos somos muy lloronas y las lagrimas nos visitan en momentos de alegría, de pena, de nervios,de amor, de desamor. Magu es distinto, el no lloraba, pero se preguntaba lo mismo que nosotras. ¿Haremos bien?.
Han pasado ya cuatro años y me sigo poniendo tan nerviosa como entonces.

Fuimos a Madrid. Nos íbamos a encontrar allí con María José, fundadora de Sunrise Africa y con Pepo, responsable de Infancia Solidaria, ONG que iba a colaborar en todo el papeleo que supone traer a los niños.
Nos reunimos con ellos y con otras familias para los que ese también era su primer año de acogida. Todos teníamos cara de susto, y de nervios, y de alegría, y de ....... De todo.
Nos presentamos y contamos como eran nuestras familias. Una madre dijo que ella lo hacia porque había sido "una niña de acogida". Llore. Las lagrimas no me dejaban hablar. Entonces Magu, mi marido, dijo:
-Va a estar así hasta que llegue la niña.
Todos rieron, rompimos el hielo y pude dejar de llorar.

Quedaba apenas un mes para que llegasen. No nos acordamos de la fecha, solo que ella, nuestra niña de chocolate llego a nuestras vidas.


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