miércoles, 25 de abril de 2012

Diario de una madre de acogida: "Su primera llegada"

El avión tenía prevista su llegada sobre las siete de la tarde, pero después tocaba esperar el paso por la aduana.

Llegamos pronto. Fuimos al hotel, porque pensábamos pasar esa primera noche en Madrid, para que Helena descansara. La habitación tenía una cama grande para Magu y para mi, y unas literas para ellas, para Alejandra y Helena. Le habíamos llevado ropa, un pijama, zapatillas, cepillo de dientes... Lo colocamos todo encima de su camita, para que lo viese al llegar. En a cama de abajo, claro, Alejandra había dicho que era lo mejor, no se fuese a caer.

Encontramos enseguida a las otras familias. Aunque no hubiesen llevado las camisetas de Infancia Solidaria, solo con mirarles a los ojos, solo con ver correr a sus hijos nerviosos, solo por esas sonrisas forzadas. Forzadas, si, porque todos estábamos muertos de miedo.

¿Como llegaran? ¿Se adaptaran a nosotros? ¿Nos adaptaremos a ellos? ¿Comerán? ¿Dormirán? ¿Jugaran?

Se abrió, la puerta se abrió y comenzaron a salir nuestros niños. Llore, llore maravillosas lagrimas de alegría, y me abalancé sobre Helena. Debió de pensar que vaya suerte que había tenido, le había tocado la llorona del grupo. No parábamos de preguntarle si quería beber, si quería comer, si quería.... No le dejábamos respirar, con esa obsesión por intentar conseguir que se sintiese bien. Lo que teníamos que hacer era dejarle respirar.

En cuanto entro en la habitación del hotel y vio el pijama, se lo puso y a la cama. Los tres durmieron tranquilos. Ellos si, yo no. Me daba miedo que llorase, que dejase de respirar (¡Que loca!), que tuviese hambre, frío,calor...

Estaba preocupandome por ella, como no lo había hecho por la mía. Voy a aclarar el tema. Yo fui madre biológica a los 36 años, un poco mayor ya, que dirían "los ancianos del lugar", pero a pesar de eso he sido un poco madrastra. Bueno, lo estoy empeorando. Lo que quiero decirnos es que a pesar de mi edad y de tener solo una hija, no me he sentido agobiada y ne le he agobiado a ella con mis cuidados... Pero era madre de acogida primeriza y estaba ejerciendo como tal.

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